viernes, 23 de agosto de 2024

Canción de verano 28/30

 


Agregado

Como lo dijera antes, aunque el año pasado me despidiera de mis pretensiones de convertirme en profesor agrégé, en septiembre de 2023 volví a la carga, me armé de valor y logré contra todos los pronósticos alcanzar la meta, abrazar el santo grial, coronarme con uno de los 53 laureles reservados este año por el Ministerio de Educación Nacional para los invictos neocatedráticos de español. Este año me tocó defender ante el tribunal una disertación sobre el canal de Panamá y un extracto de El mundo por de dentro, el cuarto opus de un ciclo de «tratados y discursos» compuesto por don Francisco de Quevedo entre 1605 y 1622.

Quevedo fue una de las lecturas mejor asimiladas por Borges, cuyas Ficciones formaron parte del programa de las pruebas en 2014, el año que empecé a preparar esta larga andanza.

Todo se ha acabado. El estrépito y la música del pasado, de las gestas y de las decenas de personajes literarios que pude estudiar se han acabado. Estoy solo en medio de ninguna parte. El silencio es el viento sin colores de La Mancha.

Al final, no se trataba tanto de obtener la corona de laurel, sino de pelear una batalla que una parte de mí quería que no acabara nunca.

***

Detalle de El jardín de las delicias (c. 1500-1505), del pintor neerlandés Jheronimus Bosch.

Canción de verano 27/30

 

Imane

Imane Khelif es uno de los rostros que con dificultad se olvidarán tras los Juegos Olímpicos de París. Sus puños de hierro, los mismos que obligaron a la italiana Angela Carisi a abandonar el cuadrilátero sin que pasara un minuto del primer asalto, son la marca de identidad de una mujer nacida con una particular carga genética que la eleva a las cúspides del androginismo, de lo que podría parecer, pero que, a fin de cuentas, no es. Su estatura de 170 centímetros, su mirada adusta, toda su carrera de boxeadora, así como su polémica medalla de oro, se han convertido en la leña que el fuego de las redes sociales necesita para seguir devorándolo todo con las llamas de los incesantes dime-que-yo-te-diré.

Imane, con apenas 25 años, ha querido defenderse enviando sus puños al vacío. Representante de Argelia, un país cuya religión oficial es la musulmana, Imane ha logrado romper mejor que casi nadie los estereotipos, las expectativas de miles de argelinas destinadas a consagrarse al orden del hogar y al respeto maridal.

Su vida apenas empieza. Su verdadero combate, también. Vamos, Imane, la campana acaba de sonar. Ésta es la pelea menos limpia de todas las que realizarás: es la pelea contra el odio y la ignorancia. Dos contra uno. 

***

La ilustración fue sacada del sitio web Gali-art.com.


Canción de verano 26/30

 

Soledad

Está ahí, pero no la ves. Es como si fuera una representación de la fe. Crees en ella, pero porque estás obligado, aunque sea invisible. Es invisible porque en la trasparencia del mundo que ella crea hay un vacío, un silencio blanquísimo como el de los neones de la sala de espera de un hospital sin enfermos. Llegan los ruidos de la calle, las risas de un vecino que ríe, atiborra un crep de jamón y kétchup y fuma porros con sus amigos que ríen, ellos también, sacudiéndose con sus carcajadas los malos recuerdos del día. Todo esto ocurre al mismo tiempo. Esos ruidos son los únicos que el exterior se atreve a introducir en un mundo aparte, de recuerdos, de unos años que se fueron, de un jardín impecable que ya no será, de otra vida, de un amor contrariado o que nunca fue correspondido. 

***

Vincent van Gogh, Autoportrait de l’artiste (1889), Museo d’Orsay.


Canción de verano 25/30

 

Sheldonianas, 2

A Mary se le ha ocurrido plantar una versión en miniatura de un jardín de los olivos, pero sin los olivos, sólo con unas flores modestas que casan muy bien con sus vestidos también modestos de madre, ama de casa a tiempo más que completo, esposa de un fornido entrenador de fútbol, amante él de las cervezas y de las costillas de res asadas en barbacoas que duran todo el año. Mary deposita su fe en sus plegarias dirigidas al cielo. Tiene un hijo aún no adolescente que es un genio de las ciencias duras. Ambos, madre e hijo, tratan a su manera de alcanzar eso que ellos llaman la comprensión del universo. Comprender el universo, vaya idea, ¿a quién se le pudo ocurrir?

Ciencia y religión son las dos caras de una misma moneda. Para ejercer la fe se necesita tanta razón como para ponerle algoritmos a un universo para siempre insondable. 

***

La fotografía fue sacada de la página Open Universe.


Canción de verano 24/30


‘Winter is coming’

El verano se está acabando. Poco a poco, casi sin que nadie se dé cuenta. Esas históricas olas de calor que tanto han acaparado las informaciones y las redes se están convirtiendo en recuerdos desteñidos por la lluvia, las nubes grises, pero también, con seguridad, por la hojarasca que está por venir, los tonos rojizos y naranjas, por la época del año en la que tanto la nostalgia como los chocolates vieneses del denostado Starbucks nos sientan más que bien.

Me pongo de pie ante la ventana que da hacia un magnolio plantado enfrente de mi casa. Las hojas van anunciando una muerte inminente.

El sueño del invierno cada vez está más cerca.

***

Un fotograma de la serie de televisión Games of Thrones (2011-2019).

Canción de verano 23/30


Sheldonianas, 1

Dos físicos eminentes se emborrachan una noche en el banco de un parque. Han estado pensando en sus carreras puestas al servicio del avance de la ciencia, de eso que ellos suelen llamar la comprensión del universo. Han dedicado la mayor parte de sus días a la búsqueda de conceptos, de teorías escritas, borradas y vueltas a escribir en pizarrones, cuadernos, servilletas, pañuelos desechables. La vida avanza cruelmente; no se detiene, te da oportunidades, pero no todo el tiempo. Si eres un físico brillante, contratado por una universidad estadounidense, es muy posible que un día te des cuenta de que tantos años de trabajo y de estudios laboriosos no conduzcan, después de todo, a ninguna parte.

Dos físicos eminentes se emborrachan todas las noches en el banco de un parque. 

***

La fotografía de Albert Einstein se atribuye a Arthur Sasse y fue tomada en 1951.

Canción de verano 22/30


 

Regreso a las aulas

Dije que me despedía de la agrégation por la puerta trasera. Falso. La agrégation, de la que ya he hablado antes y que ha sido uno de mis fantasmas tutelares a lo largo de los últimos años, será esta vez —y por la última vez, lo juro— mi acompañante privilegiado con su clásica masa de libros, conceptos, ideas sobre la literatura, evoluciones de la lengua española, episodios bélicos de la historia de algún lugar de La Mancha del que forzosamente siempre tendré que acordarme. La lista es larga y continúa.

Para convertirme en un catedrático me he inscrito en una formación organizada por el departamento de español de la Universidad de Nanterre, una de las trece instituciones de educación superior herederas de la mítica Sorbona. Los profesores son más que excelentes y confirman aquello de que ser catedrático es ciertamente una panacea que sólo la pueden obtener los mejores. El ambiente entre los estudiantes que preparan las pruebas es agradable. Los pasillos de la universidad me recuerdan mucho a los de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Zulia. En tres años voy a llegar a los cincuenta y todavía sigo siendo un estudiante.

¿Hasta cuándo? Creo que hasta el día en que deje de respirar. Estudiar y aprender tanto, aunque en mi caso ese tanto se reduzca a lo muy poco, representa una de las mejores cosas que la vida me ha deparado.

Porque estudiar hace de mí alguien menos pobre y un tanto más afortunado. 

***

La Universidad de Nanterre fue fundada cuatro años después del sonado Mayo del 68. La fotografía, de Jacques Marie, fue tomada el 6 de mayo de 1968, cerca de la Sorbona, y fue sacada de la página web de Bernard-Henri Lévy.