viernes, 23 de agosto de 2024

Canción de verano 25/30

 

Sheldonianas, 2

A Mary se le ha ocurrido plantar una versión en miniatura de un jardín de los olivos, pero sin los olivos, sólo con unas flores modestas que casan muy bien con sus vestidos también modestos de madre, ama de casa a tiempo más que completo, esposa de un fornido entrenador de fútbol, amante él de las cervezas y de las costillas de res asadas en barbacoas que duran todo el año. Mary deposita su fe en sus plegarias dirigidas al cielo. Tiene un hijo aún no adolescente que es un genio de las ciencias duras. Ambos, madre e hijo, tratan a su manera de alcanzar eso que ellos llaman la comprensión del universo. Comprender el universo, vaya idea, ¿a quién se le pudo ocurrir?

Ciencia y religión son las dos caras de una misma moneda. Para ejercer la fe se necesita tanta razón como para ponerle algoritmos a un universo para siempre insondable. 

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La fotografía fue sacada de la página Open Universe.


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