El lenguaje
encuentra su natural razón de ser en la comunicación. El periodismo es, desde
este punto de vista y como se ha dicho tantas veces, una plataforma única para
garantizar el futuro y supervivencia de la lengua. Su misión no debe consistir
únicamente en contar historias sino en conocer el modo de organizar,
estructurar y comunicar esas historias, su mensaje final. Los manuales de
redacción periodística se han escrito antes y siempre con propósitos que
garantizan la unidad y personalidad de los medios y agencias de noticias. Estos
textos no pretenden constituir una colección de reglas (Reuters, 2009), aunque,
paradoja, terminen siendo justamente esto.
El estilo del
periodista funcional debe partir, entonces, desde una acción comunicativa. El potencial
lógico-semántico de su discurso debe reconocer el potencial de interpretación
de su lector-receptor. La dinámica sintáctica de su enunciado debe reconocer la
riqueza léxica del idioma al que pertenecen él y la comunidad homogénea para la
que informa.
La lingüística
discursiva constituye, desde nuestro particular enfoque, una herramienta clave
para el análisis del discurso periodístico, y, por consiguiente, para
determinar los argumentos necesarios para su producción competente. La
semántica textual, situada en el contexto de un modelo
lingüístico-comunicacional y de una gramática funcional, sirve para describir
los vastos procesos de deconstrucción del lenguaje y, por supuesto, de su
construcción.
*
Éste es un
extracto de un trabajo personal. Se trata de un anteproyecto de tesis titulado Elementos lingüísticos-comunicativos para
una propuesta de producción del discurso narrativo periodístico, escrito a principios de 2011.
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